El prevaricador franquista Manuel Carrera Díez

 Su padre no siendo natural de Olite se trasladó a nuestra villa a principios del siglo XX al casarse con Caya Díez, heredera y propietaria de corralizas y terrenos en Olite y madre de Manuel. A diferencia del resto de la población de la villa donde predominaban familias de  jornaleros y arrendatarios de tierras que no les pertenecían, su niñez transcurrió plácidamente en un entorno aburguesado y de derechas gracias a las propiedades y heredades de su familia materna, siendo estos terratenientes. Manuel tuvo la oportunidad de estudiar una carrera de la cual después hizo profesión de tal forma que en vez de dedicarse a la labranza del campo como el resto de su generación, al finalizar la Guerra Civil consiguió colocarse en el Ministerio de Obras Públicas del Gobierno de Francisco Franco realizando funciones de Ingeniero Jefe bajo las órdenes directas del Comandante José Mª Fernández-Ladreda, que fue Ministro de dicho ministerio del 18 de julio de 1945 al 18 de julio de 1951, militar condecorado entre otras medallas con la Cruz de Guerra , Laureada de San Fernando y la medalla al Mérito Militar gracias a sus ‘aportaciones’ en la Guerra Civil.

Siendo Manuel de naturaleza franquista, subordinado, ayudante y colaborador de José Mª Fernández-Ladreda, trabajó en los Planes de Fomento de Empleo y Recuperación Económica del Estado, no teniendo escrúpulos para prevaricar y desviar fondos para la construcción de un frontón y la pavimentación de las calles de Olite, haciendo desaparecer el adoquinado de nuestra villa.

Es increíble el gusto que tienen algunos herederos de grandes familias por continuar siendo o al menos aparentar seguir siendo grandes benefactores del vasallaje al cual dan trabajo en sus tierras, Olite, villa castigada duramente durante la Guerra Civil, en la que asesinaron y esparcieron los cuerpos de muchos de sus vecinos por las cunetas de la villa no recibió dichas inversiones para resarcir el daño infligido, ni siquiera como pago por la conducta inmoral y asesina de quienes realizaron con saña semejantes actos,  recibió dichas inversiones sólo y exclusivamente para colmar las ansias y necesidades narcisistas de los herederos de una época rancia que ya pasó pero que consiguieron enrocarse en un estado dictatorial que ellos mismos apoyaron y el cual utilizaron para seguir jugando ese papel de benefactores del pueblo.

 Un benefactor, y más siendo franquista y prevaricador,  no puede permitir que el vasallaje, el populacho y sus futuras generaciones se olviden de él, necesita ser adulado como tal, necesita que el pueblo llano reconozca, agachando la cerviz, quien es el jefe.

El dueño, el terrateniente, el poder fáctico necesitan incluso después de muertos marcar las distancias y hacer ver al resto de los mortales su recta moralidad derechona y ramplona. Y que mejor para eso que el pueblo que te debe vasallaje y que esta gobernado a su vez por un alcalde franquista te obsequie con una escultura con tu busto. Y eso es lo que  hizo el Ayuntamiento de Olite en 1957. Un busto de Manuel fue colocado en la plazoleta junto a las antiguas Escuelas y en Ayuntamiento, para regocijo de las clases pudientes y fascistas de nuestra villa.

Todavía hoy día se puede ver ese busto, así como un retrato suyo dentro del Ayuntamiento, en la página web oficial del Ayuntamiento (www.olite.es) se describe el busto como (sic) “En la plaza de la Música se levanta un busto dedicado a Manuel Carrera Diez, gran benefactor de la ciudad”. Del mismo modo si navegamos un poco por internet nos encontraremos con una pequeña referencia en un Diario que fue fascista durante 40 años y ahora dice no serlo dándonos al resto de los navarros lecciones de democrácia en la que se ensalza a Manuel : “en los años 40 y 50 consiguió importantes inversiones estatales para la mejora de Olite”.

Lo terrible y dramático de todo esto es que en los últimos años el Ayuntamiento ha sido gobernado por gentes que se autoproclaman de izquierdas por un lado y abertzales por otro: ¿Qué habeís hecho vosotros para quitar  el busto del prevaricador franquista Manuel Carrera Diez?. Que un ayuntamiento gobernado por gentes de izquierda todavía mantenga en su sitio ese busto y además haga apología del mismo en su página web es insultante para los que nos sentimos abertzales, de izquierdas o ambas cosas a la vez.

En junio de 2010, un ciudadano con dos cojones bien puestos descargó su ira en el busto de Manuel desgajándole la nariz, el Ayuntamiento acudió raudo y veloz a reponer tal destrozo a cuenta del erario público. Todavía hay esperanza...

  

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